Papá Gobby (erno)

Creo que soñé, en una pesadilla de fumador que se queda sin tabaco un domingo por la tarde, que una ministra- no sé si cubana, norcoreana o venezolana-  iba a sacar la Ley Definitiva para Acongojar al Atribulado Fumador. Se prohibirá fumar en todos los lugares públicos y como el mundo es público, uno sólo podrá fumar en el váter de su casa, como cuando íbamos al Insti, hasta que, por ley, nos veamos obligados a poner un extractor encima de la cisterna. Según la teoría de Dicybug en su post de anoche,debemos concluir que la ministra no fuma, y como ella no fuma, aquí no fuma ni Dios – salvo que lo haga en la intimidad, y con Dios.

Apelan a la sanidad, a la salud pública. Entonces, perplejo, mientras pongo a secar pieles de plátano y hago acopio de colillas de todos los ceniceros, me llevo las manos a la cabeza y digo. ¡Coño, si, en el fondo, lo hacen por mí! Por mi salud. Vigilan mi salud corporal.

Y el caso es que a mí esto de que alguien vigile por mí me suena de algo. Esto ya lo he vivido. ¡Ah, ya recuerdo! Franco vigilaba la salud de mi alma. Franco andaba atribulado e insomne velando por impedir la condenación eterna de sus súbditos españoles. Y que bien lo hacía, oye. Aquel nacional-catolicismo criado en barrica de roble gallego. Con sus normas, sus criterios, sus principios, sus formaciones del Espíritu Nacional. (Hoy llamado Educación Para La Ciudananía) Y mira que nos resistíamos los españoles de antaño, pero ahí estaban aquellos curas espigados de nariz aguileña, manos entrelazadas y ceño de pantocrato redivivo, regla en mano y rosario en bolsillo.

Nos dicen lo que tenemos que hablar, nos eligen la lengua materna, nos dicen lo que tenemos que comer, nos dicen lo que tenemos que fumar, nos dicen lo que tenemos que leer, nos dicen lo que tenemos que descargar, nos dicen lo que tenemos que comprar , nos dicen lo que tenemos que votar.

Ahora no se amenaza ni con la condenación, ni con el anatema, ni con la excomunión. Te hacen un muving social, pasas a ser un adorador de San Lázaro, obligado a hacer sonar las tablillas y a gritar con el puño en el pecho¡Nicotinizado!¡Nicotinizado! Y si no, arrastras la cadena de la infamia sambenitera de fascista.

Lo preocupante de este celo por la salud de los votadores y el desprecio por la salud de los no nacidos, de los ancianos, de los jóvenes alcoholizados, empastillados, emporrados o de, por ejemplo, las víctimas del terrorismo, es la clara tendencia al sectarismo. ¿Dónde empieza mi libertad y mi derecho y acaba mi obligación? ¿En las efervescencias mentales de una ministra de cuota que no sabe cómo hacer ruido para espantar al gato? ¿A que los muy inútiles se piensan que el socialismo es eso? ¿La madre Rusia? La madre que os parió.

¿Y por qué no una ley que obligue a fumar? No dejaría de ser ley. O a adoptar gatitos abandonados, o a cuidar ancianos. ¡Ya lo tengo!  ¡Una ley que prohíba el paro! Eso sí que es malo para la salud. LAS AUTORIDADES SANITARIAS LE ADVIERTEN QUE ESTAR EN PARO CAUSA GRAVE DAÑO A USTED Y A LOS QUE LE RODEAN. ESTAR PARADO MATA.

En fin: ¡¡ Qué buenos son los padres franciscanos, qué buenos son que nos llevan de excursión!!

Y que haya muerto gente por la libertad…