Mamoneo europeo

Lo de Europa es un mamoneo. Lo de Europa tiene un tufillo a oligarca que tira para atrás. Es curioso lo que el «gobierno del pueblo» puede conseguir con mindundis de poca prestancia y escaso recorrido. Nada que ver con Gasol, por ejemplo, que se erige en forma de obelisco para sorprender a la primera potencia del mundo a base de manejar la zona, soltar codazos, esquilmar a faltas al contrario y arañar tiros libres que desesperen a los bostonianos. Ni Nadal, que sería capaz de tumbar a zurdazos el «Atomium» de Bruselas.

Lo de Europa es un mamoneo. Y todos respiran, resoplan, bufan y se congratulan porque la antaño denostada y «fracasada» Angela – convertida hoy en oráculo de Delfos – abrió la boquita y dijo «Ich bin bei dir, José Luis. Gute Arbeit.» Y todos se apresuran a ejercer como focas aplaudientes porque los teutones nos apoyan. Incluso Francia… Todavía resuena la frase del presi del club de oligarcas… «No crisis» pocas veces tan similar a «No comment».

Me da la sensación de que, no ya Merkel, sino los banqueros alemanes suspiraban porque nuestro Zid en miniatura abriera la boquita de piñón e hiciera algo. No es que temieran especialmente por el «pa amb oli» mallorquín, ni por la calita de Sa Calobra, ni por su playa del Arenal convertida en orillas del Rhin, ni por sus paseítos nocturnos por Port Andratx, oyendo crujir los cascos de los yates de lujo… Los banqueros alemanes tienen un trombo de euros a la altura de la «bajobarbilla», lugar habitual donde se refugian los cataplines cuando vienen mal dadas. Y es que si España pidiera ayudas, los primeros que se iban al banquillo por cinco personales serían los alemanes.

Por eso digo que lo de Europa es un mamoneo. Es todo cartel, carátula y maquillaje. La reforma laboral de «Zperkel» es un bodrio infumable que perjudica a todo el mundo, pero sobre todo a los trabajadores. Los empleados gallitos habrán dormido fatal estos días donde al empresario se le ha dado la palanca de la trampilla por donde descolgar los contratos blindados. Buenos, si fuera por los gallitos…pero es que aquí también entran los explotados y los que han levantado empresas y han llenado de euros los bolsillos de unos jefes, que ahora se frotan las manos. Bastaría con que definieran la nueva ley del mercado laboral con carácter «no retroactivo». Pero de eso nadie sabe nada. Es posible que en ese singular affaire sindical de la «méndez connection» todas estas cosas se pospongan en un limbo indefinido y se reforme la reforma reformada tras su paso por el «Parlamiento» (de «parlo» y al parlar = «miento») pero hasta la fecha, lo que ha sembrado esta ley es un azogue anticonsumo que vas y lo flipas.

Yo sé de economía a malas penas una miajica más que ZPlongeon, que viene a ser una miajica más que nada (miaja: unidad de peso/ capacidad/ longitud/ superficie/ volumen murciana equivalente a lo que cabe entre el dedo pulgar y el índice cuando pellizcas, por ejemplo, la sal. Tiene como submúltiplo la «miajica» («chuminá») y como múltiplo la «jartá» («burrá»)), pero con mis escasos conocimientos económicos, no me cabe en la cabeza de qué modo una crisis como ésta se puede solucionar con reformas laborales. A toda esta gente le ha venido que te cagas toda esta historia para sacar unas perras que previamente han sido consumidas y despilfarradas por la incompetencia y por la ingenuidad de la democracia que, pensando en bienestares y derechos, se olvida de que su dinero lo tienen cuatro gatos, y que lo malgastaron, y que lo malgastan y que lo malgastarán.

Lo de Europa es un mamoneo. «Antes de que nosotros perdamos nuestro dinero por culpa de aquellos manirrotos, demos una excusa perfecta a este hombre para sacarle los cuartos a sus ciudadanos» Y encima quedar de puta madre. La democracia sería perfecta si no existiera el dinero. Por lo menos las dictaduras te roban… y te jodes… aquí no puedes ni joderte… sonríe… cheeeeerssss.

Si analizamos fríamente y desde el punto de vista cartesiano, los causantes de toda esta mierda de la crisis son los mismos que ahora salen sacando pecho para solucionarla. A ningún ecónomo doméstico con dos dedos de frente se le habría ocurrido con su sueldo inventar activos tóxicos, crear burbujas inmobiliarias, inventar créditos: sembrado el cebo del euro, mariquita el último. Uno saca sus cuentas – apenas tres o cuatro sumas y diez o doce restas – y al final salen o no salen… Y encima te salen ahora con carita de crucificados diciendo que esto lo vamos a arreglar, que si esfuerzos, que si sacrificios, que si cinturones, que si arrimar el hombro… no creo que sean ni sus sacrificios, ni sus hombros los que se manchen del hollín de la crisis.. ¡qué jetas!

Lo de Europa es un mamoneo. «Haz ruido y saca las fanfarrias, aturde, que no sospechen…» todo como vil consecuencia de «el menos malo de los sistemas políticos», o del mejor de los peores… hasta que alguien piense en otra cosa… que lo dudo, porque les va de madre, que dirían en «Mé·ico«.

Incluso cuando lo hacen fatal, la culpa es de uno. ¡Qué bien montado está esto, recoño! ¿Nadie les puede pegar una patada en el culo a todos?

Cheeeeerrrsssss (Sonríe)