ARIOVISTO

Blog que aboga por un urgente Regeneracionismo Intelectual

Pacta tú, que a mí me da la risa.

La dialéctica política acaba minando el sentido común de quien se deja. El miedo eterno a ser tildado de poco dialogante, de “no abierto a”,  o ser intransigente, a andar corto de talante, hace que las cosas se desvirtúen hasta el insulto.

Yo pensaba – beatus, ego! – que la política consistía en llegar al poder con una serie de ideas y ponerlas en práctica . Si esas ideas funcionan, todos contentos, y si esas ideas no funcionan pues, o bien se tiene asepsia política – y moral – y se convocan elecciones, o, si uno es un guarrete democrático, aguanta cuatro años hasta que lo manden a su casa los votantes. Lo que yo no sabía es que la política consiste en pactar. Se juntan todos y lo solucionan entre todos. Un niño pequeño – tal vez aquel que decía “el rey está desnudo”– se daría cuenta de la paradoja, de la incongruencia y del sin sentido que, en un sistema político como la democracia esta de pegatina que nos venden, supone la palabra pacto.

¿Pactamos o elegimos representantes? Porque si al final vamos a sentarnos todos a tomar café mientras los demás le hacen el trabajo al Gobierno, ¿pa qué votamos? ¡Digo yo!

La palabra pacto realmente quiere ser sinónima de cheque en blanco. Tal palabra debería ser desterrada de la política porque la decolora, la hace todavía más insulsa, si cabe.

Además, la necesidad de pactar se hace perentoria normalmente cuando es la derecha la que está en la oposición. Cuando la derecha está en el gobierno no se pacta con el gobierno, sino que se va derecho a la yugular hasta que lo tumbas por lo civil o por lo criminal. Hay pactos sí, salvo con el gobierno hasta con Lucifer… El último que recuerdo es el Pacto del Tinell y aquellas cosas tan aseaditas de “el cordón sanitario” y llamar apestados o leprosos a media España.

Como la izquierda conoce a Dios – si acaso no lo fuese – y tiene en sus manos el poder omnímodo del conocimiento de la verdad eterna, los demás partidos deben acercarse a ella con reverencia y sordina, para asesorarla, guiarla, contenerla, sojuzgarla y encauzarla. Yo pensaba que lo de Ulises y las sirenas ya estaba superado, hombre.

Si la política consiste en que cuando un gobierno mete la pata o no tiene ni pajolera idea de qué hacer con los tres poderes – salvo manosearlos-, llama al resto de las fuerzas políticas al baile de los pactos, ¿no sería mucho mejor elegir el gobierno en un sorteo entre los participantes españoles en un concurso de esos vía SMS con preguntas del tipo: “Verde y con asas” Si sabe mande la respuesta a YOTAMBIÉNGOBIERNO (espacio) y la respuesta al 44556. Una vez que el lerenda se siente en el despacho y ante el montón de papeles no sepa qué coño hacer, “convóquese pacto”.

Somos tontos. De baba. Lo curioso es la cantidad de intelectualoide que levita y entra en éxtasis con la palabra “pacto”. Hay que pactar, un pacto sería lo mejor, un gobierno de concentración, las dos grandes fuerzas se deben entender. Pero, ¿qué coño? A la calle y que se ponga otro.

En fin, entre que no va ni dios al Congreso, entre que, cuando van, suspiran cual coro de musas, entre que, cuando les preguntan a los líderes, no les da la gana contestar, y entre que, cuando se le pone el ojo malo a la yegua, se reclama “pacto” como cuando uno se acoge a sagrado – y si no pactas eres poco menos que Conan el Bárbaro,- que se me diga para qué nos colgamos tales alforjas para tan patético viaje.

Símil boxístico: cuando el púgil está grogui su única obsesión es abrazarse al rival… no es cariño, no, lo que quiere es sujetarle los brazos para que no siga soltándole hostias.

Menos pacto y más trabajar.  Que se vayan a “pactar” con las cabras.

Written by ariovisto

26 febrero 2010 a 8:52 am

Publicado en 1. Reflexiones

11 respuestas

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  1. ariovisto, que no te enteras… Necesitas un guía de garantías en temas políticos. Servidor de Ud.

    Zetaparo no tiene más remedio que hacer reformas impopulares entre su electorado. Las mismas reformas que lleva años sin querer hacer, con el efecto de haber agravado nuestra situación económica.
    Pero Zetaparo no quiere asumir el coste de imagen entre los suyos que le va a suponer flexibilizar el despido, bajar las pensiones, y bajar el sueldo a los funcionarios. ¿Cómo tomar esas decisiones sin ser el responsable de tomarlas? Pues escenificando que es una decisión conjunta de todos los políticos porque realmente no hay más remedio.

    A esa escenificación, a esa foto para la propaganda sociata, la llaman «pacto».

    Y es una jugada maestra de una persona sectaria e inútil, pero que de propaganda y manipulación sabe mucho.

    En realidad no hace falta ningún pacto para tomar medidas. Si sabes cuáles hay que tomar, las tomas y asumes el coste electoral de tomarlas. Zetaparo quiere que el desgaste de imagen se reparta entre varios. Cuando todavía duraba el efecto de la gestión de Aznar, Zetaparo se ponía las medallas él solito.

    Por cierto, me parece genial la propuesta de Esperanza. ¿Quieres compartir el desgaste? Está bien, pues compartamos gobierno. Eso devuelve la pelota al tejado del PSOE, que sigue siendo el cordón sanitario, obligándole a pasar del «cordón sanitario» con el que se trataba al PP de apestado, a ceder ministerios a gente del PP. Lo que pasa es que Esperanza está rodeada de mucho acomplejado que no sabe si sube o si baja. Si es que basta con escuchar a la izquierda bramar contra Esperanza para darse cuenta de que es la única que vale un poco en el PP.

    dicybug

    26 febrero 2010 at 1:30 pm

  2. El pacto de estado: fotonovela de la hostia
    http://mienmano.blogspot.com/2010/02/el-pacto-de-estado-fotonovela-de-la.html

    Mienmano ha captado perfectamente la esencia del «pacto».

    dicybug

    26 febrero 2010 at 1:37 pm

  3. Jo, ¡qué mal carácter!
    Yo solo quería resaltar que Zetaparo quiere compartir el desgaste de las medidas impopulares que no va a tener más remedio que aplicar. Esa idea me parece importante, y como tal no es el núcleo de lo que expones. Criticas el pacto, y estoy de acuerdo contigo, y coincido en el símil pugilístico, de que dice buscar el pacto cuando está abajo en las encuestas mientras que mientras estaba arriba ha sido el gobernante más sordo de la historia de España. Pero la clave, recalco, no es ni el pacto, ni que ahora quiera pactar porque está débil, sino la escenificación de que las medidas impopulares se toman de mútuo acuerdo con otros partidos políticos, trasladando parte de la responsabilidad a una oposición de la que no ha querido saber nada en 6 años y encima quedando él como el que mueve el cotarro dialogando para arreglar la situación, con lo cual encima se prepara el camino para atribuirse el mérito si la cosa mejora. Por otro lado también está la escenificación de que el que manda es él.

    dicybug

    26 febrero 2010 at 5:47 pm

  4. ¡Es la cerveza! Ya lo sabía yo, toda esta mala leche no podía ser normal… Pero si dejo de beber cerveza-sin perderé mis superpoderes…

    dicybug

    26 febrero 2010 at 7:18 pm

  5. Ya sé que soy un calzonazos, pero mi mujer no me deja beber de esa marca…
    (ya no catarla, le molesta hasta que mire el envase)

    dicybug

    26 febrero 2010 at 7:42 pm

  6. Hola Ariovisto,

    Tienes toda la razón. «Pactar» para las cabras. Que se ganen su sueldo.

    «un guarrete democrático»:
    forma «de buen rollo» de llamar impresentable a un político.

    «Pero, ¿qué coño? A la calle y que se ponga otro»:
    Muy expresivo!!! 🙂

    ==========

    «I see you» (Avatar’s Theme) – Leona Lewis

    Una canción deliciosa. Mi hija mayor me peinaba mientras la escuchaba una y otra vez. ¡Qué lujo!

    Dos besos!!!

    saporima

    27 febrero 2010 at 12:53 am

  7. Hola Ariovisto,

    «Cabecera: – Ciclo: Provincias españolas»

    ¡Hay bastantes fotos en la entrada de la wikipedia sobre Alicante! 🙂

    Dos besos!!!

    saporima

    27 febrero 2010 at 1:42 pm

  8. El otro día a un participante en una tertulia que el tan cacareado consenso es lo menos democrático que existe, porque para eso no hacen falta partidos políticos ni elecciones ni nada.
    Opino en términos similares a su Ilustrísima. No hay nada que pactar, como no sea la fecha de unas elecciones. Zapatiestó la cagó, Zapatiesto se las apañe.
    Abrazos.

    milnaciones

    27 febrero 2010 at 9:33 pm

  9. ¡¡Mañana te respondo, prooooooooooofeeeeeeeeeeee, que juega mi Barça 😀 😀 !!

    KIIIIIISSSSSSSSSSSSS,

    Puri

    27 febrero 2010 at 10:04 pm

  10. Hola Ariovisto,

    Rocky Sharpe and the Replays – «Martian Hop»

    Me gusta cómo suena el «ee-ee-ee-ee-ee» de ella entre las voces de ellos.

    Buenos días!! 🙂
    Dos besos!

    saporima

    28 febrero 2010 at 11:45 am

  11. Lo cierto es que nunca había pensado en los «pactos» de esa manera. Sabía que, por algún motivo, la idea me parecía poco práctica, pero nunca me había parado a pensar por qué. Ahora, después de haber leido esto, pienso en ese refrán: «reunión de pastores, oveja muerta». Si los políticos se ponen de acuerdo para hacer todos lo mismo, los votantes ya no somos necesarios para nada, excepto para pagar impuestos.

    Que bonito esto de los pactos, sí.

    variablex

    5 marzo 2010 at 1:06 am


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